domingo, 25 de septiembre de 2011

Dead Milkmen - If you love someone, set them on fire

El papa Benedicto XVI exhortó a los católicos alemanes a serle fieles, y criticó las divisiones en la Iglesia este domingo, en el cuarto y último día de visita a su país natal.
Unas 100.000 personas, según los organizadores, llegadas desde las vecinas Suiza y Francia, aclamaron al Papa en una misa oficiada al aire libre bajo un sol otoñal radiante en el aeropuerto de Friburgo (suroeste).
A bordo de su papamóvil blanco, el Santo Padre vestido de blanco y con una capa roja recorrió la terminal aérea, saludando a la muchedumbre y besando a niños que los sacerdotes le acercaban a través de la ventanilla.
Cuatro campanas, montadas en una estructura improvisada, convocaron a la misa a la que asistieron una mayoría de los altos dignatarios de la Iglesia alemana.
Durante el oficio, Benedicto XVI llamó a los católicos alemanes a superar sus divergencias internas y a permanecer unidos en la Iglesia en momentos en que "acecha el peligro" y una "crisis de la fe".
Pronunciada en esta ciudad muy católica, la homilía estaba probablemente dirigida --aunque no los nombró-- a unos 150 católicos rebeldes y otras agrupaciones como "Wir sind Kirche" (Somos la Iglesia) o de la red ecuménica "Die Kirche von Unten" (La Iglesia de abajo) que amenazan con separarse de las estructuras de la Iglesia católica.
"La Iglesia en Alemania superará los grandes desafíos del presente y del futuro y seguirá siendo un factor de cohesión en la sociedad si los sacerdotes, las personas consagradas y los laicos creyentes en Cristo colaboran para la unidad", dijo el papa.
La Iglesia será creíble --prosiguió el Santo Padre-- "si las parroquias, las comunidades y los movimientos se respaldan y enriquecen mutuamente, si los bautizados y los confirmados, junto a los obispos, mantienen en alto la llama de una fe inalterada y dejan que ella ilumine los conocimientos y capacidades".
El papa de 84 años teme una evolución de la Iglesia hacia el modelo protestante, donde cada cual decide lo que cree y lo que no.
Benedicto XVI denunció además un exceso de debates: "lo que cuenta no son las palabras --dijo-- sino las acciones". Recomendó a la Iglesia "permanecer fielmente unida en torno a los sucesores de San Pedro y los apóstoles (el papa y los obispos) y a dejarse rejuvenecer "por la alegría de las Iglesias jóvenes" de los países del Sur recientemente cristianizados.
La víspera, el sumo pontífice advirtió que si la Iglesia no atrae a más gente en su seno es porque está demasiado confortablemente instalada, "tibia" y sin inspiración espiritual.
A lo largo de su visita, que lo condujo de Berlín a Erfurt, en la ex Alemania Oriental, y luego a Friburgo, bastión del catolicismo, el Papa invitó reiteradamente a la Iglesia a dar muestras de fervor y convicción en este país secularizado.
"Los agnósticos que no encuentran paz por la cuestión de Dios; las personas que sufren a causa de nuestros pecados y tienen deseo de un corazón puro, están más cercanos al Reino de Dios que los fieles rutinarios", dijo este domingo.
Miles de católicos alemanes abandonaron recientemente a la Iglesia que cuenta con 24,6 millones de fieles, por lo general a causa de una serie de escándalos de pedofilia que involucraron a sacerdotes.
Como lo hizo en otros viajes recientes, Benedicto XVI se entrevistó el viernes en Erfurt con cinco víctimas de abusos sexuales cometidos por sacerdotes, pero ese gesto mínimo decepcionó a quienes esperaban más.
Benedicto XVI pareció a veces fatigado durante las misas, entrevistas y encuentros.
El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, desmintió un rumor difundido por un diario italiano, que escribió sin citar fuentes que el Papa podría dimitir cuando cumpla 85 años el próximo abril.
Lombardi aseguró que "el Papa está bien", y elogió "la fuerza y la resistencia" mostradas durante el viaje, "elocuentes de su capacidad de seguir asumiendo compromisos muy importantes".
El Papa Benedicto XVI saluda al nuncio y arzobispo Jean-Claude Perisset durante un almuerzo con miembros de la Conferencia Episcopal alemana, en Friburgo el 25 de septiembre de 2011. El papa Benedicto XVI exhortó a los católicos alemanes a mantenerse unidos y a encontrar nuevos medios para convencer a los fieles que se alejan de la Iglesia, al celebrar una misa en Friburgo (suroeste) en el último día de su visita a Alemania.

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